Qué es la energía no renovable
El asunto de la energía ha cobrado mucho interés en el siglo XXI. El asunto que los recursos energéticos tradicionales tienden a agotarse. tal es el caso del petróleo, un hidrocarburo que ha servido para movilizar industria y transporte desde hace décadas. No obstante, sucede que las reservas petroleras no son eternas. Tarde o temprano, se van a agotar.
Para efectos prácticos, se denominan como “energías no renovables” aquellas que se encuentran en la naturaleza. No obstante, están en cantidades limitadas. Como consecuencia, una vez consumidas no pueden sustituirse. Por ende, representan un verdadero problema. Hay que saber utilizarlas con mesura. Igualmente, prever energías alternativas para usarlas cuando los recursos no renovables y se finiquiten.
¿Cuáles son las energías consideradas como no renovables?
Como ya dijimos antes, son energías muy particulares. Se encuentran, ciertamente, en la naturaleza. Quienes las estudian, les han dado un par de categorías: los denominados «combustibles fósiles» y los «combustibles nucleares». A continuación, describimos este par de categorizaciones de manera sucinta:
Combustibles fósiles
Aquí van ubicados el carbón, el petróleo y el gas natural. Su origen se remonta a millones de años atrás. Bajo condiciones adecuadas en la superficie terrestre (presión, temperaturas y tiempo de reposo); aparecen ciertas sustancias que tienen importantes propiedades energéticas.
La ventaja de estos combustibles es que son fáciles de usar. Lo habitual es quemarlos. Esta acción se lleva a cabo en aparatos diseñados para ello: calderas, motores o estufas. La idea es obtener calor o movimiento. Estos combustibles mueven buena parte de los motores, así como la industria actual.
Son fáciles de extraer de la naturaleza. Temporalmente, los hay en gran disponibilidad. Quizás, su punto más relevante es que son económicos. No implican un fuerte desembolso para extraerlos o para aprovecharlos.
Combustible nucleares
Se han usado desde tiempos más recientes. Se apuntalan en materiales como el uranio o el plutonio. La idea es aprovechar tanto la fisión como la fusión nuclear controlada en reactores. Generan una enorme cantidad energía con poco material.
Básicamente, la energía nuclear suele convertirse en energía eléctrica. No es tan versátil como la energía de los combustibles fósiles; que directamente se puede convertir en energía cinética.
El uso de energía nuclear ha mostrado ventajas interesantes. Por ejemplo, que la producción energética es tan continua como abundante. No obstante, tiene un detalle: es muy contaminante. Los residuos radioactivos son venenosos. Además, es una energía un tanto peligrosa. Si un reactor nuclear se sale de control puede explotar. Un evento de este tipo solo implica una potente detonación; si no también liberación de radioactividad en el ambiente.
Tanto los combustibles nucleares, como los de carbono, se consideran limitados. Tarde o temprano, se van a agotar. Con el agravante de que no hemos pensado en energías alternativas. A esto se añade que tienen otros inconvenientes. Ambas modalidades energéticas implican grados de contaminación.
Los combustibles fósiles arrojan una enorme cantidad de CO2 a la atmósfera. Esto ocasiona el llamado efecto invernadero. Por su parte, ya hemos mencionado la radiactividad presente en los trabajos hechos con combustibles nucleares.
¿Una alternativa para los recursos no renovables?
Por supuesto que existe. Hay otras fuentes energéticas que podemos utilizar. Por ejemplo, está el caso de la energía eólica, ya que el viento nunca deja de soplar. También, las grandes represas de agua que se valen del continuo correr de un estanque para generar electricidad.
Se trata de un reto que la humanidad debe asumir. Los combustibles fósiles tienen menos de dos siglos de utilización. Prácticamente, todo nuestro aparato automotor los utiliza. No obstante, desde hace tiempo parecen haber cumplido su ciclo. La mayor preocupación aparece por la contaminación generada por estos combustibles.
Por eso, se buscó la alternativa de la energía nuclear. Esta tiene un detalle: implica una fuerte inversión monetaria el principio. Posteriormente, el fluir energético no cesa. El problema es que es una energía un tanto inestable. Se agrega que su contaminación es mucho más peligrosa que la derivada de los combustibles de carbono.
Toca explorar a futuro nuevas alternativas energéticas. No cabe duda que la humanidad encontrará alguna respuesta. ¡Es obligatorio, ya que este par de fuentes energéticas tarde o temprano se acabarán!