Ponerse en forma para tener un intestino sano

Ponerse en forma para tener un intestino sano

No es una idea nueva que un intestino sano es importante para la salud general. Pero lo que es nuevo es la evidencia de que el ejercicio cardiovascular puede dar un impulso natural a la salud intestinal.

En un pequeño estudio en la revista Experimental Physiology, investigadores de la Universidad de Indiana Bloomington y la Universidad de Alabama en Birmingham, investigaron la relación entre la capacidad cardiorrespiratoria -la eficiencia con la que transportamos oxígeno a nuestros tejidos- y la diversidad de bacterias en el intestino.

Reclutaron a 37 participantes que habían sido tratados con éxito para el cáncer de mama no metastásico. Este grupo en particular fue elegido debido a que el tratamiento del cáncer típicamente tiene un impacto negativo en la salud metabólica, incluyendo el acondicionamiento cardiorrespiratorio.

Se les pidió a los participantes que realizaran una serie de ejercicios graduados para que los investigadores pudieran evaluar su estado cardiorrespiratorio máximo, así como el gasto total de energía. Los investigadores también recolectaron muestras fecales de los voluntarios y las utilizaron para analizar la microbiota intestinal de las participantes.

Lo que encontraron fue que los participantes con un mejor estado cardiorrespiratorio también tenían poblaciones bacterianas más diversas en el intestino, en comparación con los compañeros que tenían un estado cardiorrespiratorio bajo.

Además, los resultados sugirieron que el estado cardiorrespiratorio estaba relacionado con aproximadamente un cuarto de la varianza en la diversidad de especies bacterianas y que este efecto era independiente del producido por el porcentaje de grasa corporal de un individuo.

Construyendo una imagen de la salud

Los hallazgos construyen una investigación previa. En 2018, investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco informaron sobre un estudio de 20 hombres y 17 mujeres reclutados en el campus de la universidad y probaron sus niveles de condición física cardiovascular en una caminadora y luego compararon esto con la salud intestinal. Los informes publicados en el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism indicaron que el estado cardiorrespiratorio era un indicador mucho mayor de la diversidad de la microbiota intestinal que el porcentaje de grasa corporal o la actividad física general.

En particular, se encontró que aquellos participantes con el mejor estado cardiovascular tenían una mayor proporción de firmicutes a bacteroides en el intestino. Los firmicutes están asociados con el proceso metabólico que ayuda a fortalecer el revestimiento intestinal y a prevenir el síndrome de filtración intestinal.

Este y otros pequeños estudios sobre los que hemos informado están ayudando a construir una imagen de cómo están conectados nuestros sistemas corporales y proporcionan información que puede conducir a enfoques más holísticos para la gestión de la salud y el bienestar.

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