¿Óvulos propios u ovodonación en tu tratamiento de fecundación in vitro?
La ovodonación puede aplicarse en una Fecundación in vitro, con la diferencia de que en este caso no se utilizan los ovocitos propios de la mujer para fecundarlos con el esperma de su pareja, sino que se recurre a una donante desconocida para obtener esos óvulos. Una vez estén fecundados, se traspasan los embriones al útero de la paciente. En este post te hablaremos acerca de la conveniencia de los óvulos propios u ovodonación en tu tratamiento de fecundación in vitro.
¿Quién puede someterse a tratamiento de ovodonación?
Esta técnica de reproducción asistida se aplica en una Clínica de Fertilidad a pacientes con menopausia precoz, mujeres que no tienen suficientes ovocitos o a las cuales sus ovarios no les funcionan bien, ya sea por alguna anomalía, porque hayan sido operadas o no tengan ovarios.
La edad también es importante y, de hecho, este tratamiento suele realizarse a mujeres de entre 42 y 45 años, ya que esta es una edad en la cual quedarse embarazada con sus propios óvulos ya es complicado y, en tales casos, la fecundación in vitro tiene pocas probabilidades de éxito. Sin embargo, más allá de los 50 años la ley no permite a la mujer someterse a este tratamiento.
Por otro lado, las donantes tendrán que ser mayores de edad y no superar los 35 años. Además, se les somete a exámenes y a estudios familiares para comprobar si son aptas para donar óvulos que garanticen un embarazo y concepción exitosos, así como la buena salud del bebé. También se harán pruebas psicológicas y físicas completas.
¿Cómo se realiza el tratamiento de ovodonación?
En el tratamiento con ovodonación el primer paso será preparar el útero de la paciente para que esté en condiciones óptimas en el momento de la fecundación, pues va a recibir los embriones ya fecundados una vez se haya producido la fecundación del óvulo allí mismo en el útero.
Hay que descartar previamente la existencia de anomalías en el aparato reproductor de la paciente y, para ello, se le realiza una ecografía preventiva. Además, la mujer tiene que estar sana al momento de someterse a este tratamiento y esto se verifica mediante analíticas. También se le harán análisis de serología para descartar la existencia de enfermedades de transmisión sexual o enfermedades infecciosas entre las que podemos citar la hepatitis C, el sida, la sífilis, la rubeola o la toxoplasmosis.
Es necesario destacar que la vitrificación como alternativa a la donación es una opción que, aunque no garantiza el 100 % del embarazo, permite a la mujer vitrificar sus óvulos a una edad propicia si decide posponer su maternidad.
Diferencias de la fertilización in vitro con óvulos propios u ovodonación
La fertilización in vitro es una de las técnicas más utilizadas, muy similar a la ovodonación, pero con la ventaja de que es más cómoda para los pacientes y, a la luz de los resultados, más eficaz a la hora de facilitar la concepción. Además, la paciente tan solo tendrá que tomar pastillas, sin necesitar de inyecciones ni someterse a tratamientos molestos de estimulación ovárica.