Deslumbrarse en el país del sol naciente

Deslumbrarse en el país del sol naciente

Tradición ancestral y vibrante modernidad son palabras que definen a Japón. Pero la experiencia de viajar al país nipón, es más que esas dos cosas: trenes bala, edificios ultramodernos que quitan el aliento, palacios, templos budistas de una belleza indescriptible, multitudes de personas, parques de increíble belleza, y mucho más, es lo que ofrece este país que nunca deja de sorprender al visitante.

Refugiarse una noche en un ryokan, un relajante baño en un sensual onsen, nadar en mitad de alucinantes arrecifes de coral o caminar por los alpes japoneses, hacen de este país, uno de los destinos más exóticos e inolvidables.

Japón es más que tecnología punta y sushi

Dirigirse a un país que ofrece al mundo mucho más que modernidad y tradiciones, es la maravillosa experiencia que alberga un viaje a Japon con pangea.es, porque el bullicio y la frenética vida de sus ciudades es un contraste, del cielo a la tierra, con la paz que llega al alma y que se respira en sus parques y hermosos templos.

Las huellas y maravillas que ofrece su cultura ancestral y su exótica gastronomía, logran que el turista se enamore y se eleve hasta un estado de contemplación zen.

Ubicado al este asiático, está formado por más de 6.800 islas, con un territorio que en un 84%, es  montañoso, entre cuyas cumbres destaca el majestuoso Monte Fuji, con sus más de tres mil metros.

Atractivos turísticos sin igual

Japón ofrece inolvidables atractivos turísticos, históricos y culturales:

Kioto

El Pabellón Dorado es una sorprendente construcción, que se encuentra en una isla de paz, en la mitad de un estanque en Kioto. Pasear por esta ciudad es como si se recorrieran 11 siglos de historia japonesa. Fue la sede de la corte imperial, y hoy es un centro urbano donde la religión, el teatro, el arte y la danza japonesa, conjugan a la perfección. El mejor momento para visitarlo es durante cualquiera de sus festivales: Gion, Anoi o el Jidai.

Tokio

La incomparable ciudad sorprende al que piensa que ya lo ha visto todo. Los vistosos neones de Akihabara, el distrito de la electrónica, el barrio de Ginza con su “Milla de oro” o el increíble Santuario Meiji no defraudan a nadie.

Es la ciudad con más personas en el mundo, tiene más estrellas Michelín que ninguna, y sus incontables máquinas expendedoras ofrecen todos los productos imaginables. Shibuya es una zona urbana que sorprende con el paso peatonal más transitado del orbe, y el turismo de gastronomía incluye el mundialmente conocido sushi, pinchos de pollo y preparaciones con el pescado más fresco que es posible conseguir.

Takayama

Pocas personas se imaginan que Japón es un destino ideal para esquiar, y para el turista es todo un acontecimiento descubrir la nieve en las pistas de los “Alpes” del país oriental.

Otro atractivo, es la pintoresca aldea repleta de folklore llamada Shirakawago, con casas fabricadas con madera y techos de paja, que asemejan unas manos que rezan. Es el sitio perfecto para admirar los cerezos japoneses en flor y, por si fuera poco, deleitarte con la mejor cerveza-sake del país.

Camino Kumano

Los tres santuarios más icónicos de Kumano están conectados por el Kumano Kodo, una especie de peregrinación, al mejor estilo del Camino de Santiago. Ambos, reconocidos por la UNESCO, como las únicas rutas de peregrinación que forman parte del Patrimonio de la Humanidad.

En un mágico ambiente de templos, cascadas, cedros antiguos y arroyos que se pierden en la niebla, el turista puede zambullirse en un entorno de paz y silencio imposible de describir.

Kanazawa

Una ciudad que ostenta uno de los tres jardines más bellos de Japón, templos de ninjas como sacados de películas, un castillo espectacular, y el mejor pescado y productos del mar de todo el país. Sus calles y arquitectura se mantienen incólumes, porque nunca sufrieron los incendios o catástrofes naturales que han arrasado con muchas otras construcciones patrimoniales.

Samuráis y geishas

Kanazawa es el tradicional barrio de los samuráis, legendarios guerreros japoneses que ya no existen, pero que aún es posible visitar sus jardines y casas. Las geishas siguen siendo un icono de un pasado lejano, que subsiste en Gion, en el barrio Hanamachi, donde es posible verlas con sus caras blancas de arroz y sus espectaculares kimonos.

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