Consejos para recuperar el equilibrio perdido debido al síndrome de ovario poliquístico
Cuidar la salud es un requisito fundamental para obtener felicidad y bienestar personal. Pero, en muchas ocasiones, las enfermedades hacen que estos esfuerzos por mantenerse equilibrados y en forma, resulten más difíciles de lo normal. En especial, en el caso de las mujeres que padecen del síndrome de ovario poliquístico (SOP).
El síndrome de ovario poliquístico es un mal que afecta a un reducido porcentaje de mujeres en edad fértil, sobre el 15%, y que genera trastornos significativos en el funcionamiento del metabolismo. Por norma general, un cuerpo en estado óptimo produce diferentes tipos de hormonas con el propósito de estabilizar y equilibrar todos los distintos órganos.
Los síntomas
El cuerpo humano tiene repartidos en su organismo, diversos “sensores” capaces de determinar y absorber las sustancias hormonales segregadas. Una vez realizado este trabajo envía una señal de corte. El problema surge cuando el cuerpo no es capaz de identificar bien este tipo de signos.
Los ovarios poliquísticos provocan que las emisiones de insulina, para el correcto funcionamiento corporal, se produzcan de manera desequilibrada. Esta sustancia, en su justa medida, es muy beneficiosa para dar soporte al esfuerzo que realizan los distintos órganos. Pero un desajuste de cantidades puede ocasionar trastornos muy molestos y dañinos.
El SOP hace que la zona central del cuerpo femenino, la zona de los ovarios, acumule un mayor porcentaje de grasa, debido a los efectos negativos de una incorrecta segregación de cantidades de azúcar. Cuando las emisiones de insulina se producen de manera descontrolada, se provoca un cambio de metabolismo, mediante trastornos, dando paso a un aumento en la concentración de grasa en la zona abdominal.
Los efectos contrarios no se limitan únicamente a un mayor aumento de grasa corporal, algo que evidentemente limita el bienestar personal, sino que también repercuten en otras áreas del correcto funcionamiento del organismo. Un exceso de insulina provoca una alteración en la producción de hormonas, potenciando la difusión de andrógenos, las consecuencias son una pérdida anormal de pelo y la aparición de acné.
Las soluciones
Ayudar al cuerpo a regular este tipo de alteraciones, es posible, para ello se debe incidir mucho en los complementos vitamínicos y en una buena alimentación. En referencia a las vitaminas, mencionar que el myo inositol es un complemento muy eficiente en la reducción y regulación de la producción de insulina.
Este complemento vitamínico cumple varias funciones reguladoras en el organismo femenino y consigue revertir el cambio metabólico. Por ejemplo, el myo inositol mejora la sensibilidad hacia la insulina, lo cual contribuye a una mejor comunicación con el órgano que la produce. También contribuye a fijar las hormonas sexuales, lo cual evita síntomas de alopecia y acné masculinos. Todos estos cambios consiguen estabilizar el correcto funcionamiento corporal, y por ende, reducen la acumulación anormal de grasa en la parte central del cuerpo.
Cuidar la alimentación es otra de las claves para frenar los efectos del SOP. El descontrol en la producción de insulina tiene como resultado la transformación del exceso de azúcar en grasas. Atacar estas grasas y eliminarlas del cuerpo es posible con un cambio de dietas.
La dieta cetogénica, o Keto, es la más recomendada por las mujeres que padecen este tipo de trastornos. La reducción significativa en el consumo de carbohidratos modifica la manera que tiene el organismo de transformar los alimentos en energía.
El organismo, por norma general, absorbe de los carbohidratos, la energía necesaria para el desgaste físico diario. En cambio, los cuerpos adaptados a la alimentación cetogénica, sufren un trastorno en su metabolismo, de tal manera que se produce una alteración en la fuente de obtención energética. Los carbohidratos son sustituidos, en su función de producción energética, por las grasas corporales acumuladas, el resultado es una pérdida de peso significativa.
Mantener un cuerpo saludable es posible a pesar de sufrir SOP. Cuidar la alimentación y procurar un aporte vitamínico correcto, son las bases del éxito.