
Científicos producirán medicamentos contra el cáncer en la levadura
La naturaleza es tan compleja que las moléculas naturales utilizadas para el tratamiento del cáncer no pueden ser producidas por síntesis química. Hoy en día, las principales empresas químicas y farmacéuticas cosechan grandes cantidades de plantas y semillas raras para extraer sustancias valiosas.
Pero los métodos de producción basados en extractos de recursos naturales son perjudiciales para el medio ambiente y a menudo dan lugar a grandes cantidades de residuos químicos. Además, existe un gran peligro de que estas plantas raras se extingan. La necesidad de encontrar nuevos y más sostenibles métodos de producción para este tipo de medicamentos ha crecido desde que las Naciones Unidas adoptaron recientemente nuevas regulaciones para proteger la biodiversidad y las materias primas en los países del tercer mundo.
«Con estas nuevas normas, se necesita una alternativa real si queremos ser capaces de producir terapéutica para los pacientes de cáncer o las personas que sufren de enfermedades mentales en el futuro», dice el investigador principal del Centro de Biosostenibilidad de la Fundación Novo Nordisk. Es el coordinador de un nuevo gran proyecto de la UE Horizonte 2020 llamado MIAMi, que acaba de recibir una subvención de 6 millones de euros.
La serpiente serpiente india puede ser la solución
En muchos casos, estas complejas sustancias químicas vegetales no pueden sintetizarse químicamente como los productos farmacéuticos «normales», sino que simplemente tienen que ser un proceso biocatalítico.
El objetivo del proyecto de investigación MIAMi es proporcionar a la industria farmacéutica una ruta de producción alternativa utilizando la levadura de panadería celular. Para empezar, los investigadores quieren mapear las llamadas vías biosintéticas de la rara planta Rauvolfia serpentina con el nombre común de serpiente serpiente india.
De la medicina tradicional china, se sabe que la serpiente india produce moléculas con efecto anticancerígeno. Sin embargo, la fabricación de los compuestos valiosos fuera de la planta todavía no es posible, porque las vías biosintéticas son desconocidas.
En resumen, una vía biosintética es un número de genes específicos que codifican las enzimas, las cuales sintetizan una biomolécula dentro de la célula. Conociendo la «ruta» genética del producto, es posible trasladar los genes, por ejemplo, a la levadura de panadería. El objetivo es insertar los genes en las células de levadura que actuarán como fábricas celulares biológicas capaces de producir grandes cantidades de estas sustancias terapéuticas específicas.
Las regulaciones empujan a la industria
Uno de los socios de MIAMi es la empresa química francesa Axyntis, que importa anualmente cientos de toneladas de semillas de plantas para extraer sustancias para la producción de medicamentos como la tabersonina de la rara planta Voacanga africana. Sin embargo, la nueva legislación limita esta forma de producir medicamentos.
«La industria sabe que necesita cambiar, y estas regulaciones también son una señal clara al respecto. No esperamos poder fabricar los productos dentro de este período del proyecto para que puedan competir con los procesos actuales, pero la alternativa es que las empresas en el futuro no puedan ofrecer los mismos productos a sus clientes», dice Michael Krogh Jensen.
En los últimos 20-30 años, los estantes de sustancias bioactivas de las «bibliotecas químicas» de la empresa se han ido agotando paulatinamente, y la industria tiene ahora una gran necesidad de nuevos medicamentos contra enfermedades nuevas y existentes. Por lo tanto, también es necesario descubrir nuevas moléculas naturales con actividad contra algunas de las principales enfermedades públicas, como el cáncer y las enfermedades mentales, por ejemplo, la esquizofrenia. Otro enfoque es, por lo tanto, encontrar nuevas y desconocidas moléculas vegetales. El proyecto tiene una duración de 4 años.