¿Cómo comprar una finca rústica?

¿Cómo comprar una finca rústica?

Es un tipo de inmueble que cada vez se ha vuelto más popular, sobre todo en los últimos tiempos en los que las zonas al aire libre que sirvan como vivienda de ocio y recreo, se han sobrevalorado, de ahí que cada vez sean más los usuarios los que se decanten por una de estas fincas.

En el momento que se habla de una finca rústica, se está haciendo referencia a un tipo de vivienda que, tal y como su nombre indica, se encuentra afincada en suelos rústicos que, por norma general, no suelen ser urbanizables. Si bien es cierto, la normativa sí permite que este tipo de vivienda se pueda adquirir, a partir de lo que establece la ley de aprovechamiento urbanístico.

Con base en todo esto, y teniendo en cuenta el nuevo escenario que se ha presentado, la acción de compra venta de fincas rústicas cada vez está más arraigada en el país, sobre todo en aquellas regiones donde existen numerosos terrenos de este tipo. En este sentido, los usuarios están apostando por contar con una vivienda de recreo, ya sea primera o segunda vivienda, en la que poder disfrutar de un entorno rural y natural, sin mayores complicaciones.

Lo cierto es que este tipo de actividad cada vez es más frecuente, sin embargo, no es una acción que deba hacerse a la ligera, puesto que al igual que ocurre cuando se decide comprar cualquier otro tipo de vivienda, antes de ponerse manos a la obra, es importante tener en cuenta una serie de aspectos clave.

Datos controlados

En el momento que una persona decide adquirir una de estas fincas, es importante que, antes de hacerlo, se tenga a mano toda la información en lo que se refiere a la misma, para que no haya sorpresas en el futuro. En este sentido, los usuarios deben conocer datos esenciales como de quién es propiedad la finca, así como también, conocer qué tipo de cargos adicionales puede conllevar. Lo habitual en estos casos es hacer una visita al Registro de Propiedad, según el término municipal en el que se encuentre la vivienda, con el objetivo de que el organismo determine todos estos detalles.

Alquiler

Hay veces que, aunque una finca rústica se ponga en venta, en esos momentos está arrendada. Es decir, hay inquilinos que la están utilizando en modo de alquiler. Lo cierto es que encontrarse en una de estas situaciones puede acarrear problemas, sobre todo si el proceso de compraventa se inicia y el inquilino continúa viviendo en ella. No hay que olvidar que, de ser así, el arrendatario puede defender sus derechos como tal.

Contrato

Como no podía ser de otra manera, el contrato juega un papel fundamental en todo esto, debido a que es el documento oficial a través del cual, se va a legalizar el procedimiento. En este sentido, es importante tener en cuenta que todos los movimientos que se hagan, así como el acuerdo de compraventa al que se ha llegado, sea siempre por escrito y debidamente firmado y sellado por las partes que participan en el mismo. También es esencial en estos casos que se firmen todas las hojas del documento, además de ser conveniente contar con profesionales que lleven a cabo estas gestiones de la mejor forma posible.

Gastos y pagos

Otras cuestiones que no se pueden olvidar son todas aquellas relacionadas con los gastos de esta gestión, es decir, los costes que supone el cambio de titularidad, la compra venta en sí, el notario o incluso los impuestos. De igual modo, también es importante que se tengan en cuenta los Derechos de Pago Básico, conocido popularmente como PAC. En relación con esto, es esencial que los usuarios pidan todos los recibos que estén en vigor en cuanto a pagos de la finca, tales como los correspondientes a la contribución, el IBI o incluso los propios que solicita el ayuntamiento del término municipal en el que se encuentre la finca.

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